lunes, 22 de junio de 2009

Mi nombre es Joe

Mi nombre es Joe

Todo lo que tiene Joe en la vida es su nombre. Es lo único que posee. Exalcohólico, en paro, y entrenador del peor equipo de fútbol de barrio de Glasgow, no parece que la suerte le dé muchas oportunidades. Sin embargo, conoce a una mujer de un nivel social (funcionaria) distinto al suyo, que le brinda una relación estable. Pero todo se verá envuelto en la elección que deberá hacer Joe: si ayudar a uno de sus jugadores con problemas con unos traficantes de drogas o apartarse para vivir alejado de su pasado.
El británico Ken Loach rodó esta dura película sobre los que no tienen nada, pero alzan con orgullo la mirada. El actor Peter Mullan hace una soberbia interpretación de Joe, un personaje que no se olvida fácilmente inyectándose en nuestras venas de celuloide. Ken Loach es el director que se ha convertido en azote de la derecha conservadora británica, y de paso mundial, con sus dramas sociales filmados con gran credibilidad, como la estremecedora “Ladybirb, ladybird” o “Felices dieciséis”, y, en ocasiones, ambientadas en escenarios bélicos, como en la guerra civil española en “Tierra y libertad” o en Irlanda “El viento que agita la cebada”. Curiosamente, en casi todas las películas de Ken Loach hay alguna referencia a el deporte que ama, el fútbol.
En Hatrick sólo tenemos el nombre del equipo o nuestro alias, para identificarnos. Elegimos algo que nos representa o que creemos que suena bien, a veces al estilo de los equipos de fútbol reales que seguimos o conocemos. Pero ese equipo jugará con un estilo, el que nosotros le demos, acorde, en muchas ocasiones, con nuestra filosofía de vida (ofensivo o defensivamente, al contraataque, etc), personalidad, carácter, circunstancias o cómo sentimos el fútbol, pero siempre podremos decir, como Joe, que lo único que tenemos en la vida, o en la realidad virtual de Hattrick, es nuestro nombre, nuestro orgullo.

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